martes, 18 de febrero de 2014

El TDAH (II): El TDAH no existe ¿verdad?

     Noviembre del año 2013. Durante varias semanas estuve preparando una charla sobre TDAH para padres y profesionales. Esa charla estaba completamente inspirada en la misma charla que realicé junto con varios compañeros para explicar un programa de estimulación para niños con TDAH. Entonces, salíó una curiosa noticia en el periodico.


      En resumen (perdonadme por la simpleza, os dejo el enlace arriba), el TDAH no existe, y viene a ser una hipermedicalización en gran parte debida a la culpa de los padres y madres, que no saben limitar a sus hijos. No es nada del neurodesarrollo, simplemente, mala educación. Tardé 5 minutos en enviar esta noticia a mis compañeros, considerando que era una auténtica barbaridad.

      Mi sorpresa fue que algunos de ellos consideraron correcta esa tesis (algo incoherente con la estimulación cognitiva que realizábamos sobre el déficit de atención). Evidentemente, que algunos neuropsicólogos aceptaran esta idea (y aceptaran culpabilizar a los padres y las madres) me obligó a pensar. ¿Estaría dando charlas defendiendo la neuropsicología en un tratamiento que era solo conductual y no neuroconductual?¿Cómo abordaba desde la neuropsicología una charla de un trastorno que no existe?¿Es tan difícil tener cierto grado de crítica y no creerse todo lo que se lee?. Y entonces, pensé las siguientes cosas:

Los padres y las madres "desatendedores".

     Si esto es cierto, si el TDAH no existe según esta tesis, tengo que considerar a todos los padres y madres de pacientes con TDAH que he conocido como malos, malísimos (pésimos) educadores. Personas en general que prefieren dar una "pastillita de la tranquilidad" antes que hacer un poco de esfuerzo por corregir a sus hijos.

     Mi experiencia no me permite considerar esto. En un programa de estimulación, realizado en 2011, implicamos a 12 familias en un sistema de estimulación para niños con diagnóstico de TDAH subtipo inatento. En ese programa, por cada sesión que dábamos los clínicos a la semana, los familiares debían dar dos (que nosotros les entregábamos). Era un esfuerzo muy grande, con registros incluidos, con instrucciones para casi todas las fichas... Además, realizamos varias charlas a modo de formación. 

     Ni un sólo padre/madre faltó. Ni un sólo padre o madre dejó sin hacer las fichas de cada semana. Sin echar las horas que les decíamos que eran necesarias para corregir ese déficit de atención. Aun estando los niños ya medicados. No. No me cuadra con estas familias que los padres y madres prefirieran la salida cómoda en vez de educar. Tampoco me pareció ver eso en sus ojos. Pero da igual, el TDAH no existe ¿verdad?.

El control de impulso es una quimera

      Bien, otra de las tesis era que el niño que realizaba sus actos buscando una atención que no recibía por parte de sus padres. Que podía controlarse perfectamente, pero no quería. Repito, no es neuroconductual, es algo de mala educación, es algo reprimido dentro. ¿no?.

      Un día me llego un niño de 8 años. Muy majo, y parecía muy formalito. La madre era una persona calmada, que hablaba con dulzura hasta a una persona de bata blanca desconocida como era yo. Simplemente, nos traía a su hijo porque no sabía que le ocurría. Solo que podría ser un TDAH. El niño no parecía excesivamente inquieto, pero sí bastante despierto. Bastante consciente de todo. Tras la anamnesis, fui a evaluarlo. Nuestra primera conversación a solas, fue algo que no creo que se me borre de la cabeza:

- Doctor, por favor, quiero que me ayude- Me dijo de repente el niño que tenía sentado delante. Entre él y yo habría una Torre de Londres.
- Para eso estoy- dije sorprendido. Entonces me acordé de cierta frase que suele decir cierto neuropsicólogo "pregúntale al paciente". ¿Valdría para un niño?. Lo pregunté - ¿qué te pasa?-.
- Doctor, quiero que me ayude. No puedo controlarme. ¿Usted puede hacer algo?, quiero poder controlarme-.

     Tenía 8 años. Evidentemente, ese niño estaba mintiendo, ¿verdad?. Por eso supongo que cuando llevaba 3 minutos de exploración, fue normal que empezara a tener movimientos espasmódicos de cuando en cuando, muecas y gestos de puro nervio contenido... Si, ese niño lo tenía que estar haciendo para llamar la atención, porque el TDAH no existe. ¿verdad?.

Me muevo mucho para llamar la atención.

     La idea de la hipercinesia, como he dicho varias veces, es la que más llama la atención de un niño con TDAH. Y seguramente sea la causa de mayor reclamo de metilfenidato. Es la pastillita de la tranquilidad. 

     Uno de los primeros niños que vi con TDAH vino a una valoración un día, sin medicar. Era preciso para ver realmente el estado cognitivo real. Ese niño entró en la consulta como un rayo. Mientras la abuela lo trataba de controlar, la madre nos contaba el caso. Pero la abuela no era suficiente. El niño comenzaba a recorrer la consulta tocándolo todo. 

     Cuando comenzó la exploración, hicieron falta 3 neuropsicólogos para poder valorarlo. No era que necesitáramos agarrarlo a la silla. Es que necesitábamos que alguien estuviera pediente de él todo el tiempo para que no se subiera a la silla. Necesitaba estimulación continua. Y si no la tenía, la buscaba. 

     Tuvimos que sacarle al pasillo para que diera dos carreras, ante las atónitas miradas de los familiares de otros pacientes. Y al volver a la consulta, seguía sentado como si la silla le quemara. Y haciendo ruidos todo el rato. Pero según la tesis de la primera noticia, no tiene sentido pensar que fuera una hipercinesia, que se movía por llamar la atención. Aunque la madre no estuviera en la consulta. Aunque debiera estar cansado después de dos o tres carreras, porque el TDAH... el TDAH no existe, ¿verdad?.

     No niego que existe un sobrediagnóstico, sólo digo lo que yo he visto. El hecho de que yo haya visto estas cosas no me permite decir que todos los casos de sospecha de TDAH obligatoriamente lo sean, aunque desde el otro punto de vista, por ver casos mal diagnósticados se atrevan a decir que el trastorno no existe. Igualmente, porque yo me pare a pensar y a intentar integrar todas las informaciones, no debo esperar que todos los profesionales lo hagan en vez de quedarse con la última versión que han leído (aunque contradiga la que decían el día anterior).


1 comentario:

Gloria López dijo...

Es lo que tiene la ignorancia...
Coincido en tus valoraciones. Al estar en una asociación para personas con TDAH, sean adultos o menores, ves a muchos padres y madres, preocupados, que gastan su tiempo en ir con sus hijos a psicólogos, que van a talleres para aprender a ayudar a sus hijos, que leen, que se forman, que buscan... y que se ocupan de sus hijos noche y día.
Yo no encuentro blogs ni artículos periodísticos que se dediquen a desacreditar a otros trastornos neurobiológicos, que tampoco tienen marcadores biológicos que demuestren su existencia. ¿Por qué ese ataque tan despiadado hacia las personas que conviven con el TDAH?
Nosotros no nos dedicamos a atacar a los atacantes... quizás porque estemos demasiado ocupados por sacar adelante a nuestros hijos e hijas con TDAH..., quizás porque hayamos pasado por las mismas circunstancias que están pasando ahora nuestros hijos y tratemos de prepararles ante sus dificultades y ante esas personas que los rechazan criticando su trastorno.

Si el TDAH no existe, yo sólo quiero que me dejen vivir y que no me critiquen por luchar contra esa "invención" que causa estragos, y que me dejen, como haría cualquier padre o madre, intentar sacar a mis hijas adelante.

Me encanta tu blog Aarón.
Ya te he dado las gracias en el mío por visitarme. Me gustaría ponerme en contacto contigo por e-mail. Mi correo está en el perfil de: http://mistdahfavoritas.blogspot.com.es/
¡¡Muchas gracias!!