viernes, 2 de mayo de 2014

Seleccionando un cerebro mejor

La paciente estaba tumbada en una esterilla. Rara vez decidía conectar con nosotros, su mente vagaba y sólo volvía su foco hacia nosotros cuando nos poníamos pesados. Alrededor de ella, un neuropsicólogo y un fisioterapeuta estaban sentados comentando diferentes cosas. Era un encuentro entre dos disciplinas.

- Pues sí, parece que aunque no hay hemiparesia, alguna diferencia siente entre las dos partes de su cuerpo - me dijo el fisio. La mujer había tenido un ictus en el hemisferio izquierdo de su cabeza. No hablaba, y no podíamos saber si sentía algo (más aún con su problema atencional). Pero algo nos hacía ver que podía estar sintiendo esa diferencia entre una parte y otra del cuerpo.

- Si, seguramente será su lado derecho el que siente "menos - dije pensando en lo que indicaría la teoría.

- Si, ha tenido suerte de no tener una hemiplejia - me dijo mientars le levantaba el brazo. Ella seguía actuando como si no estuviéramos - es curioso como se retuerce el brazo cuando tenemos una hemiplejia ¿verdad? - me terminó de comentar.

- Si, nunca me he parado a pensarlo -. dije.

- Pues fijate, el brazo se torsiona desde el codo hacia dentro, porque si lo hiciera hacía afuera estorbaría, por ejemplo corriendo al escapar de un depredador. Es una triple torsión, pero se seleccionó porque daba más ventaja de supervivencia, no te chocabas con los árboles la huir- me explicó. Y sí, desde luego si aplicamos las ideas de la selección natural a ciertas cosas que vemos como "normales", podemos encontrar explicaciones curiosas a cosas que dábamos por supuestas. ¿Qué más podemos ver con el daño cerebral y la evolución natural?.

Seleccionando el "menor" daño.

              Tratar de explicar las cosas a la luz de la evolución natural es algo así como hacer de detective. Eso  propuso Antonio Damasio cuando se planteo explicar la conciencia partiendo de esta idea (algo que abordaré algún día de estos en un post). Y claro, eso lo podemos tratar de introducir a "cómo funciona la evolución tras un daño cerebral". Simplemente, ciertas características del cerebro podrían estar "seleccionadas" para permitir sobrevivir a un daño cerebral, reponerse y facilitar nuevamente los tres objetivos que se suponen a todo ser vivo: Sobrevivir, reproducirse y ayudar a la supervivencia de las crías.

                   El primer ejemplo lo tenemos en las secuelas de esa hemiplejia del miembro superior y la explicación que podía darse desde la selección natural. Simplemente, igual que se seleccionan las mejores capacidades para sobrevivir al entorno en condiciones normales, se seleccionarían las características de recuperación que permitieran más supervivencia. Y eso es lo que parece observarse en la torsión que sufre el brazo tras una hemiplejia. Así, no es un estorbo en caso de huida. Aquellos que presentaban una torsión hacía fuera, tenían mas opciones de chocar en una huida, morir y por tanto, de no reproducirse. Es al menos un idea. ¿Alguna idea más?.
 
Esa torsión podría ser útil en ese contexto de lucha por la vida. Hoy es algo contra lo que trabajar desde la fisioterapia.
 
El cerebro plástico seleccionado
 
                   Todos sabemos que existe un periodo de recuperación espontánea tras el daño cerebral. Cuando se sufre cualquier tipo de daño, el cerebro se reorganiza. Son momentos críticos, ya que una vez reorganizado (tras el año o año y medio) las cambios que se pueden introducir son más limitados. Se reorganiza digo, porque normalmente hay que suplir pérdidas (muerte neuronal en ciertas zonas), pero realmente lo que tenemos delante es un cerebro que se pone en marcha de nuevo, expectante por todo lo que ocurre a su alrededor para grabarlo, que son cosas que le serán útiles para sobrevivir.
 
                       Un caso que me impacto mucho fue el caso de Luis, un niño que tras una severa hipoxia (estuvo muerto por parada cardiorespiratoria unos 20 minutos) sufrió un daño cerebral muy grande. Con 12 años el cerebro aún esta en desarrollo y ese corte puede ser fatal. Su Padre tomó las riendas de su rehabilitación y procedió a hacer una estimulación continua de todas las áreas (la hora y media a la semana de rehabilitación que daba el servicio de salud le parecía poco... normal). El resultado es que el muchacho tras un año está perfectamente. El cerebro estuvo continuamente recibiendo impulsos desde el exterior que por si solo el niño no podía recibir o provocar, pero que su padre se encargo de llevar (por ejemplo, el solo no podía correr, pero su padre y su hermana lo sacaban a correr).
 
El caso de Luis, el niño que he comentado arriba da muchas respuesta a la vez que plantea interrogantes. ¿Está el sistema de salud público preparado para saber que funciona una rehabilitación intensiva y sostenida en el tiempo?. Económicamente no, desde luego.
 
                            Resumiendo, esta capacidad del cerebro de volver a reestructurarse es una capacidad que se podría considerar seleccionada. ¿Por qué?. Porque aquellos cerebros que no fueran plásticos, tendrían menos posibilidades de supervivencia, ya que lo perdido, perdido quedaba. No creo que hubiera rehabilitadores en el paleolítico, pero el mecanismo se ve claro, tras daño cerebral, la readaptación debería primar sobre la "no readaptación" permitiendo una reproducción y transmisión de esta cualidad. ¿Qué más hay?.
 
Seleccionando cerebros longevos
 
                    Si todo fuera así, basado en la reproducción, no tendría mucho sentido que aumentara la vida más allá de la etapa reproductiva. Sin embargo, como bien sabemos, cada vez hay más años de esperanza de vida. ¿Por qué se han seleccionado cerebros longevos frente a cerebros que se eliminen una vez pierden su poder reproductivo?. Eso es algo que abordó Hannah Damasio en un artículo interesante que trataba de explicar por qué se había "seleccionado" la reserva cognitiva, lo que me lleva a hablar de la hipótesis de la abuela.
 
                         Según esta hipótesis, la existencia de personas que superaban su etapa reproductiva y seguían con vida fue útil para la supervivencia de la especie. Simplemente, porque se encargaban de hacer ciertas tareas liberando a machos y hembras en edad fértil para que puedan reproducirse. O sea, que aquellas familias que tenían familiares que sobrevivían más años tenían una ventaja: podían reproducirse más. Por lo tanto, se iba facilitando esa característica en la especie.
 
Le dijo la abuela a la cría: Tu te quedas conmigo que tus papis me están haciendo otro nieto.
 
                 Esto según Damasio, explicaría también por qué tenemos un cerebro mayor que otras especies. Y ello sería debido que esto permitiría sobrevivir más años con calidad de vida, siendo útil a la manada hace cientos de millones de años, por lo que nuevamente, cerebros grandes, cerebros con más reserva cerebral para soportar el deterioro por el tiempo, tendrían más opción de perpetuarse. ¿Otra cualidad del cerebro seleccionada?.
 
                  Al final, como dije al principio, uno puede hacer una labor detectivesca desde el momento en que se pregunta por qué algo es como es, en vez de darlo por sentado. Aplicando la idea de la selección natural, nada sería así por que sí, sino porque debía suponer alguna ventaja. Lo difícil es ver en que suponía ventaja, pues hablamos de contextos que nos imaginamos, pero que no conocemos ni podemos reproducir. ¿Por qué tenemos cerebro?. De eso hablaré nuevamente cuando aborde a Llinás y a Damasio. Un saludo!.







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