Síndrome de Savant

                  Un día como otro cualquiera en tercero de la ESO, allá por 1997, supongo. Adolescentes iban y venían de un lado a otro, todos en chandal, pues ese día teníamos gimnasia. Era un cambio de clase, así que todo el mundo aprovechaba para soltar todo lo que llevaba dentro. Pelotas de papel volando, algún gracioso tirando tizas, y grupitos de gente. Amigas que miraban de reojo a algún muchacho, chavales que hablaban de lo que vieron al día anterior (por aquella época, el Informal). Y un grupo donde varios muchachos vacilaban a otro.

- Venga "Piti", no me jodas - decía un chaval al lado mía, dirigiéndose a otro - ¿Cómo se llama el estadio del Toledo? -. Le requirió. Era lógico que el chaval no contestara, pues todo el mundo se metía con él por su amplia sonrisa (que no controlaba y siempre mostraba), llamándole Caballo. El estadio del Toledo, para quien no lo sepa, se llama El salto del caballo. Se puede considerar ingenioso.

- Piti lo sabe todo del futbol - me dijo otro muchacho, que en seguida le dirigió una pregunta - !Piti! ¿cómo quedo el Catania contra la Roma?-. El pobre "piti" nos miro.

- Ha ganado dos a uno - Dijo mientras recitaba los goles y los minutos de cada uno de ellos. Me quede sorprendido. En aquella época no existía tanta información como ahora, y de hecho era raro que alguien supiera los datos de partidos internacionales sin tener un periódico delante.

                          Me sorprendió mucho más cuando le preguntaron por un partido de hace dos semanas y volvió a decir el resultado, los goles y minutos. Más aún cuando a cada pregunta tenía respuesta. Piti no era conocido precisamente por sus habilidades académicas (más bien lo contrario) y sin embargo sabía de memoria todo los resultados que se le preguntaran. Con esa memoria no debería de tener problemas para sacar unas autenticas notazas. Pero no era caso. En aquella época no lo sabía, pero a día de hoy diría que es un ejemplo de síndrome de Savant.

Una isla en un océano

            Hace poco hable de Baron-Cohen y la idea de la ceguera mental. Y en especial, de su idea de que había déficits en el autismo, pero también una serie de posibles "fortalezas", entre las cuales estaban esas islas de habilidad. El ejemplo más exacto lo tenemos todos en la película Rain Man, que casualmente se basa en una persona real llamada Kim Peek. El curioso caso de Kim Peek, habla de una persona totalmente dependiente de sus padres, que difícilmente podría llevar los quehaceres de su vida por si solos, pero con una espectacular memoria. Puede decirnos perfectamente el día de la semana de cualquier fecha que le propongamos, o cualquier dato histórico que haya leído. Era una isla de prodigio, dentro de un océano de discapacidad.

El señor Kim Peek con Dustin Hoffman. Nótese que el propio Dustin lleva una camiseta con la foto de Kim. 

Y por si tenéis un ratito y queréis ver más sobre el caso de Kim Peek

        Otro caso curioso lo tenemos en Matt Savage, un niño con un trastorno generalizado del desarrollo (TGD) que podía hacer cosas como estas:

            Es otro ejemplo de "síndrome de Savant". Desde el inicio de su vida su desarrollo fue precoz, pero mostraba algunos indicios de TGD. Simplemente no toleraba la música ni los ruidos altos. Sin embargo, por si mismo comenzó a aprender a tocar piano, sobre los seis años. Tiene lo que se llama "oído absoluto", siendo capaz de identificar cada sonido con su nota correspondiente, sin referencia ninguna, algo en lo que se dice, juega un papel importante la memoria auditiva.

              El último caso que expongo es el del pintor Steven Wiltshire, que también parece grandes discapacidades a nivel físico y mental pero que posee una poderosa memoria, de manera que es capaz de reproducir algo que ve durante poco tiempo en un dibujo exacto

            Estos tres casos, son ejemplos de lo que se llama síndrome de Savant. Y desde luego, es un trampolín útil para pegar un salto hacía el conocimiento del funcionamiento cerebral. Al menos, así lo considera el Dr Allan Snyder.

Y volverse inteligente de golpe

       Hace varios post, comenté un caso que presentaba el doctor Oliver Sacks, sobre un muchacho que tuvo un accidente cerebral vascular que produjo que de repente pudiera captar millones de olores que antes de eran ajenos. Estaban ahí, pero no le eran conscientes. Como no nos lo son a nosotros. Una lesión había provocado que de repente emergiera una "ventaja". Era como si le hubieran quitado algún tipo de limitador a ese cerebro, ¿no?.

        Y más o menos, todo este post viene a raíz de una noticia que me dejo un poco perplejo, que me linkearon hace poco. La idea de que existen casos de "síndrome de Savant adquirido". Ese el caso de Jason Padgett, que tras sufrir un golpe en la cabeza, durante un robo, comenzó a experimentar una atracción tremenda hacía la física, matemáticas y el estudio de los fractales. Sin duda alguna es lo que más de uno llamaría volverse inteligente de golpe. 

Allan Snyder es uno de los científicos que más ha estudiado el tema de los Savant, hasta el punto de tratar de reproducirlo.

                 Y esto me lleva a un punto polémico. Hemos relacionado la aparición de esas islas de "sabiduría" con daño cerebral adquirido, pero ¿Ocurre dentro de un daño progresivo neurodegenerativo?. Si se considera que ese daño adquirido quita una especie de "limitador" de las capacidades, ¿puede la neurodegeneración quitarlo en alguno de sus estadios?. La preguntita se las trae, pero hay ya algunas respuestas a esa idea.

                 Varios estudios hacen referencia a la aparición súbita de una serie de habilidades de tipo en pacientes que están padeciendo una demencia frontal temporal (DFT). Esta enfermedad continúa su avance progresivo, pero en algún momento emergen una serie de habilidades de tipo artístico. Es algo que no pasa en todas las DFT (ni mucho menos), pero nos habla de nuevo de la idea de "quitar un limitador". Y parece, por lo que se cree, que esté limitador está en el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro.

Liberados de la tiranía del hemisferio izquierdo

                     Como ya decía antes, el Dr que más tiempo ha dedicado a estudiar los casos Savant es el Dr Allan Snyder, tanto que incluso ha planteado la forma de demostrar esa liberación del hemisferio derecho de la tiranía izquierda a través de la estimulación magnética transcraneal.

Un campo magnético en esa zona, y estaremos listos para estudiar bellas artes.

                     De esta manera, sometía a diferente personas a esta "liberación" evaluando sus capacidades artísticas, mostrando, según ellos mismos, una mejora en cuanto a su capacidad de detalle o a su facilidad de acceso a las cosas. Supongo que por algo así termino llamándolo máquina del genio. En si, puede haber muchas hipótesis respecto a esto, y son todas difíciles de comprobar, pero en palabras del propio Dr, no debería ser difícil ir pensando que podemos modificar nuestras capacidades en un futuro.

                     Desde mi punto de vista, sigo defendiendo el punto de vista del funcionamiento automático de multitud de procesos que no nos llegan a ser conscientes, por eso de no interferir y mejorar la ejecución. Con esto, pensar que el cerebro graba todo (lo que lee, lo que ve, todo lo que entra), pero que solo tenemos acceso a una parte cobra sentido cuando, tras una pérdida se logra acceso a la misma. Vuelvo de nuevo a pensar en el modelo de "lucha de contrarios" de Eagleman, donde varios sistemas actúan a la vez en nuestro cerebro, pero unos se imponen sobre otros. Seguramente eso explicaría porque quitando de en medio al hemisferio izquierdo, emergen ciertas capacidades más "creativas", ya que esa forma de procesar la información tiene más relación con ese hemisferio. 

                       Sea como sea, son casos curiosos, asombrosas manifestaciones de cómo funciona nuestro cerebro. No hay que tomarse el hecho de tener un limitador como algo malo, todos querríamos tener una memoria como la de Kim Peek, pero parafraseando a Johnson Laird, es su obra "el ordenador y la mente", no sabemos que proceso se está llevando a cabo para no tener acceso a esa memoria fotográfica, pero de seguro, es importante. Un saludo.