domingo, 5 de junio de 2016

Mis ideas de @neuroibero (día 3): Cuando proceso más lento

     Puede parecer raro que escriba el día 3 antes que el día dos, pero hay ponencias que resultan muy inspiradoras, que generan ideas interesantes y que uno tiene que escribir corriendo por si deciden irse tan rápido como vinieron. Eso ha ocurrido en este último día Congreso con la ponencia de Marcos Rios-Lago, sobre velocidad de procesamiento en el traumatismo craneoencefálico. Voy a desarrollar un poco.
 
La velocidad de procesamiento como una base
 
     Hay un pequeño debate abierto en este congreso sobre si la velocidad de procesamiento es o no una función cognitiva, y parece que va ganando la opción de que como tal no es una función (Nota mental: a ver donde la pongo ahora en los informes clínicos). La cuestión es que ya se sabe que esta velocidad de procesamiento tiene un papel importante en la realización de las tareas ante las que nos enfrentamos, pudiendo ser la causa de que estas se realicen mal sin que la función cuyo estado tratamos de objetivar esté realmente comprometida (o al menos no primariamente).
 
     En este caso, el Dr Rios-Lago nos hizo referencia a que esta velocidad de procesamiento está afectada en los pacientes con traumatismo cráneo-encefálico, con un claro correlato neuronal: El daño axonal difuso que se produce por el movimiento de desplazamiento del cerebro tras el golpe. En sus palabras "lo que antes eran autopistas de información, ahora son caminos cabras de información". Pero... ¿Qué pasa cuando el daño no es traumático?. Como siempre, para esta pregunta me meto del tirón en el envejecimiento cognitivo normal, como modelo de "daño" cerebral por los cambios normales en la morfología y funcionalidad del cerebro.
 
En resumen gráfico: lo que le pasa al cerebro cuando recibe un impacto nuestra cabeza. Y claro, los axones se llevan la peor parte.
 
La velocidad envejecida
 
     Y es cierto que las personas mayores no tienen como tal problemas en su funcionalidad diaria, pero si puntúan muy bajo en algunas pruebas (puede que incluso peor que personas con traumatismo cráneo encefálico) que conllevan velocidad de procesamiento. La cuestión es que las personas mayores van teniendo pequeños cambios progresivos en el cerebro que van compensando sobre la marcha sin llegar a ser funcionalmente observables (algo que explico el Dr Ángel Villa ayer mismo con los microinfartos en la tercera edad). Pero su velocidad de procesamiento parece más baja, como algo normal por la edad.
 
No todos los cerebros de los mayores son "lentos", pero sí se suele pensar que son más lentos de lo que lo eran cuando eran jóvenes, de ahí las alteraciones cognitivas normales o esperables por la edad.
 
     De hecho, Salthouse tiene como eje central de su teoría del envejecimiento esta velocidad de procesamiento. Para él las personas mayores muestras diferencias con respecto a los jóvenes en múltiples dominios cognitivos, debido a la velocidad de procesamiento reducida por le edad, que provoca que no se realicen de forma correcta. Y ahí suele mencionarse un mecanismo o una idea: los mecanismos de tiempo limitado. Esto es, hay procesos que necesitan ser ejecutados a la velocidad adecuada porque sino, no encajan con los siguientes por lo que el proceso finalmente no se realiza. Quedémonos con esto y vamos a la pregunta que me hacía de inicio. ¿Esto puede tener relevancia en pacientes con daño cerebral diferente al debido al traumatismo cráneo-encefálico?
 
¿Desacelerando o desincronizando?
 
     El problema que tenemos muchas veces (y una asistente lo preguntaba directamente en la conferencia) es que nuestros pacientes se sienten lentos procesando. Además, con puntuaciones normales en las pruebas que miden esta velocidad de procesamiento lo cual choca. Y a veces ocurre que vemos a pacientes que muestran una serie de síntomas que no terminan de estar asociados directamente con la supuesta zona dañada. Bueno, pues puede ser que la velocidad de procesamiento este jugando ahí un papel. Pero a lo mejor de una manera diferente a la que pensamos

     No sería tanto la velocidad general de procesar información, sino la velocidad  a la que ciertos subprocesos se llevan a cabo. Al tener un daño cerebral que, sin provocar daño axonal difuso, si provoca una alteración de la dinámica general del cerebro (obliga a reorganizar) ciertos subprocesos se realizan de forma más lenta (puede que más rápida incluso), provocando una desincronización, que conllevan que no se lleven a cabo correctamente. Sabiendo que hay gente que procesa más lento y otra más rápido, no estaríamos hablando tanto de que uno se encuentre por encima o debajo de la media de un test de Velocidad de procesamiento, sino más bien que uno encuentra estos procesos descompasados. Es decir, que fueran lentos o rápido antes de la lesión, lo que ocurre ahora es que no se encajan unos con otros.

Dios! Este proceso verde va demasiado lento para que el proceso rojo pueda enfrentarse a lo que demanda el entorno. La función no irá bien. O bien como si una conga fuera demasiado rápido (lo he vivido hace poco).

     Seguro que si pensamos en casos que hayamos visto podemos ver algunos ejemplos de esta descabellada idea: La anomia por ejemplo, de acceso léxico puro, que suele ocurrir con cierta frecuencia en la mayoría de los daños (igual que va apareciendo en el envejecimiento) donde encontramos situaciones tan diferentes como que el sujeto reconoce por que letra empieza o incluso el final pero no logra emitir la palara o parafasias, que muestran que no se frena a tiempo una selección errónea. O el control inhibitorio, apareciendo conductas más deshinibidas de lo normal como si el proceso de frenado de la respuesta preponderante no fuera lo suficientemente rápido. O incluso la atención, donde mantener la velocidad de procesamiento para mantener la sincronía de ciertos procesos que requiere una tarea provoca tal sobrecarga que el sostenimiento atencional se torna efímero. Y repito, ello a veces sin ver problema en pruebas de velocidad de procesamiento "puras".

    No se si el lector (si alguno llegó hasta aquí) ha tenido este tipo de casos, con funciones alteradas sin que el supuesto correlato neuronal lo estuviera. También se que igual que pongo a la velocidad de procesamiento como base, puedo darle la vuelta al razonamiento y poner al sostenimiento atencional o al control ejecutivo como causantes de todos los problemas comentados. Pero lo único que puedo decir con cierta seguridad es que en mi esquema del funcionamiento del cerebro, la velocidad de procesamiento juega otro papel después de charlas como la del Dr. Ríos-Lago... y por extensión la forma de rehabilitar ciertas cosas, también lo jugará. Cuando se me ocurra como.

PD: El día dos, después del día tres... eso si que es un proceso alterado.

 

No hay comentarios: