lunes, 5 de mayo de 2014

¿Tratamiento ecológico?

- ¿Pero esto funciona? - me preguntó la madre de un paciente que estaba participando en un estudio sobre TDAH, en el Hospital Virgen Macarena. Estábamos en una charla para introducir a los padres y madres en nuestro proyecto. Y llegábamos al fastidioso punto de la generalización.
- Es la idea, que lo que trabajamos en la consulta debe generalizarse a todas las tareas que realiza el niño - dije casi recitando de memoria el objetivo de todo neuropsicólogo.
Un murmullo se extendió por toda la sala, donde había unas 10 o 15 parejas. Es lo lógico que todo padre y madre se pregunte si el tratamiento que va a hacer en una consulta tiene resultado. Más raro es que se lo pregunte la propia persona que lo realiza.
- Se llama generalización o transferencia - continué - la función que trabajamos en consulta y tratamos de mejorar, debe extenderse al día a día -.
"Y ésa es la idea", me dije a mí mismo. Pero siempre, tanto en investigación como en clínica, terminamos anhelando que nuestro trabajo no se realice en los ambientes en los que habitualmente actúa la persona, en los ambientes donde queremos ver la mejora. De poco sirve que "mejore" en la consulta si al salir de ella, no se palpa el cambio. Sí, siempre anhelamos lo que se llama un tratamiento ecológico.

Nosotros tenemos dificultades en nuestro día a día y lo quieren solucionar desde una consulta ¿es posible?.

De la consulta al día a día

              Cuando trabajamos con un daño cerebral, con un trastorno del neurodesarrollo o con un trastorno neurodegenerativo nuestro objetivo es lograr que haya una mejora observable en el día a día. No vale con lograr que un paciente con afasia motora, por ejemplo, nos diga "yo quiero" a nosotros los terapeutas, lo que no interesa es que lo pueda decir sin nosotros y en otros contextos. Que vaya más allá.

Un contexto ecológico, sería por ejemplo nuestro cuarto.

              Supongo que algo así es lo que debía de rondar la cabeza de Bronfrenbrenner cuando trabajo en su teoría de los sistemas ecológicos, en la idea de que a veces lo que vemos en consulta no es lo mismo que se ve en la realidad, pues estamos en un contexto diferente. Tanto a la hora de valorar el lenguaje como de tratarlo, puede suponer una gran barrera, pues a veces es mucho suponer que podamos predecir lo que hay en el ambiente cotidiano de la persona a partir de lo que vimos en consulta. Por eso, desarrollar los tratamientos dentro de un entorno cotidiano puede ser la clave de lograr aumentar los resultados de una terapia.

Aprovechando lo que tenemos

               No hace mucho planteé llevar a una de mis pacientes a unos grandes almacenes y dar un paseo mientras íbamos denominando objetos y construyendo frases. Fue una forma de tratar de salir de la consulta y de denominar diferentes objetos en tarjetas de papel. Si lo pienso detenidamente, con tanto que hablo de los diferentes sistemas paralelos de procesamiento de la información que hay en el cerebro, es lógico que las cosas entre mejor si además de verlas, las puedes tocar y oler. El único problema es que es tan cotidiano que, la cantidad de gente, el murmullo y los dependientes (que están haciendo su trabajo) pueden interrumpirte o distraer la atención.

                 Sin embargo, tengo la suerte de que en el centro en el que trabajo contamos con una exposición de una empresa de diseño, que se asemeja en cierto modo a las presentadas por IKEA. ¿Os imagináis disponer de un IKEA entero para vosotros solos para tratar de devolver el lenguaje a una persona?.  Desde luego, sería genial. Yo os puedo confirmar que lo es.

Una multitud de posibilidades para trabajar aspectos de la vida diaria.

              Por suerte para mí, cuento para mi trabajo del día a día con una exposición permanente de la empresa Printando, en la planta baja de mi asociación. Las fotos que os he ido poniendo hasta ahora son de la misma, y aunque su origen no era el trabajo neuropsicólogico, puede ser utilizada con cierta facilidad para trabajar el léxico y su fortalecimiento en, por ejemplo, una afasia progresiva primaria de tipo de semántico.

Por ejemplo, denominando todos los objetos que se usan en el día a día, que en este tipo de exposiciones hay muchos.

          O también puede ser usada para trabajar la expresión oral, simulando una situación cotidiana, como es ir a tomarse algo en un bar.

Aunque no se ve, con un par de pegatinas puedes tener muchos objetos nombrados por si tiene dificultades en el acceso léxico.


               Todo es según lo quieras aprovechar. Dentro de no mucho esta tienda estará llena de ropa, y dará mucho más juego para tratar con los pacientes.

Es calcada a una tienda de ropa cualquiera. Con sus expositores, mostrador...



La exposición de algunas láminas también puede ser útil para denominar localizaciones conocidas, como pueda ser el río.


             En resumidas cuentas, el tratamiento ecológico puede ser clave para que lo que hagamos en consulta tenga más efecto en la vida diaria del paciente. A veces no se puede contar con estos medios, pero tratar de hacer las tareas más cercanas a la realidad, o al menos, más motivantes, puede ser el empujón que falta para lograr el tan ansiado transfer. Y lo cierto es que la sesiones así pasan volando, pues no parece que se esta ni trabajando. Un saludo!.


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