domingo, 13 de abril de 2014

El cerebro y Dios. ¿Amigos o conocidos?

- Es un dogma. Y punto. No se cuestiona -. dijo mi compañero (creo que ya empecé un post con esta misma frase.. pero da para mucho, la verdad). Estaba asistiendo a un "debate" sobre el creacionismo entre dos neuropsicólogos a fin de cuentas, y el tornaba interesante, en especial por el toma y daca de argumentos y contra argumentos. Pero siempre que se entra en la Religión se llega un punto en el que se recurre a la expresión "dogma de FE". No se cuestiona.

- Bueno - dije yo - Todo tiene que poder ser cuestionado y sometido a comprobación, según la ciencia -. Si, siempre me ha gustado hacer sangre. Si había algo difícil, era mezclar las palabras ciencia y religión en la misma frase. Son casi como dos términos opuestos. Y desde luego, provocan de nuevo la misma frase.

- Eso no se debe comprobar, es un dogma de FE. Es así -. Iba a responder, evidentemente, pero mi cabeza se fue a la tabla periódica de elementos. FE = hierro. Cualquiera lo dobla.

La propagación de ideas.

          El objetivo de este post es hablar de las relaciones entre dios y el cerebro. Para ello, Evidentemente, se toca la religión. Hace tiempo que oí hablar de la teoría de los memes. Los memes serían algo así como ideas o construcciones culturales que se van propagando de unos a otros, también sometidas a una especie de selección natural, de forma que algunas ideas llegan a propagarse y otras no.

           Un ejemplo, son las leyendas urbanas. Ideas que se han propagado y que podemos escuchar en diferentes versiones según en lugar donde las escuchemos (hay bastante "chicas fantasma de la curva") en diversos puntos de la geografía española. Y bueno, la religión en cierto modo, también es una idea. Ateniéndonos a esa selección natural, la religión tiene una ventaja que la permite sobrevivir y propagarse de forma muy eficaz: No se puede comprobar. Ni tampoco se debe cuestionar. Es una idea blindada en si misma. Como mi objetivo es hablar del cerebro, me iré lejos de las explicaciones sociales del surgimiento de la religión... para ir a hablar de las "posibles" bases cerebrales de la misma y lo que se ha tratado desde la neurociencia.

Ejemplo de idea propagada. La famosa chica de la curva. Todos hemos oído esta leyenda, esta idea que en algún lado se inventó, y que se propagó, a diferencia de otras que no llegan a propagarse. ¿Es como la religión?. 

Percibiendo a Dios

             En general, la forma de percibir a dios es "a imagen y semejanza del hombre", así que no es raro que lo percibamos como un hombre (o mujer, seamos justos), lo consideramos con figura humana. Y hasta ahí es correcto. Lo que no lo parece tanto es que lo percibimos cognitivamente igual que nosotros. Con esto, una figura todopoderosa, que tiene el Don de la ubicuidad (estar en varios sitios al mismo tiempo) debería considerase que funciona de forma diferente en su cognición. En un estudio se planteó a una serie de personas que Dios estaba haciendo a la vez 5 o 6 cosas. Más adelante la descripción por parte de esos sujetos de la actividad de Dios era secuencial. Tal cual pasa con nosotros, hacía una cosa, luego otra y luego otra. Es sólo una curiosidad, pero interesante sobre la percepción del mismo.

             Lo que resulta interesante es la "posible" existencia de una inteligencia espiritual. Con ello, algunos autores han referido que la evolución del cerebro humano, más allá de servir como herramienta de supervivencia, ha evolucionado hasta el punto de permitir que nuestra especie "perciba" a Dios. Y que evidentemente, esa inteligencia no está igualmente presente en todos. Estudios de varios neurobiólogos (Persinger y Ramanhandran) o desde la física cuántica (Danah Zohar) indican que ciertas zonas del cerebro tiene relación con la experiencia mística, y esas zonas aumentan su nivel de actividad ante experiencias místicas. Ese hecho parece estar ahí. La interpretación es ya otra historia.

Es curiosa esta representación. En la capilla Sixtina, en la creación del Hombre, la forma que tiene Dios puede casi encajar con la que tiene un cerebro. ¿Casualidad?.

          El motivo principal es que, desde esa perspectiva de la inteligencia espiritual, esa zona del cerebro nos permite percibir a dios, es la puerta de entrada para percibir algo que está en todo. La idea es que "una experiencia mística, trascendente o de concentración hace que nuestras ondas cerebrales aumenten a 40HZ". Pero desde el punto contrario, podría decirse que esa zona, si es estimulada, puede producir experiencias místicas. Hay bastante diferencia, porque según una, percibimos un Dios y según la otra, provocamos la percepción de un Dios. Es evidente que arrojar luz sobre esto es muy difícil

El punto de Dios

          Por lógica, sea cual sea el sentido, hay estudios que ya nos indican que hay una parte del cerebro relacionada con las experiencias místicas. Y esto es lo que se ha dado por llamar, el punto de Dios en el cerebro. Sin embargo, si se profundiza, hay varias ideas que aún tendrán que encajarse, supongo.

           La primera es ese famoso punto de Dios en el cerebro, localizado según se dice, en el lóbulo temporal. Personas que han tenido crisis epilépticas con foco en esta zona, ha comentado que llegan a tener una serie de "experiencias místicas", que perciben a Dios, que ven visiones de ángeles, o gente fallecida. Evidentemente, alguien se planteó que esto había que operativizarlo,  y eso mismo fue lo que realizo Persinger con el Casco de Dios. Ese Casco emitía una serie de Ondas a esa zona, estimulándolas. Y produciendo esa sensación mística. ¿Había provocado Persinger la sensación de un Dios o había ayudado al cerebro a ver al Dios que está ahí?.

¿Esta ahí? ¿Nos dio un cerebro para percibirlo?

          La segunda idea, la tenemos en los estudios que comparan a los cerebros de las personas más místicas con los de las personas menos dadas a tener experiencias místicas. Estos estudios fueron llevados a cabo por el Doctor Newberg, centrándose en aquellas personas que realizaban más práctica de meditación. Y lo que encontró fue que esas personas muestran más activicación en zonas frontales y menos en parietales. Teniendo en cuenta que las zonas parietales tienen mucha relación con la percepción del propio cuerpo, esa idea parece correcta. Que estén menos activadas permite llegar a ese punto de unión con el entorno, de percepción de algo superior, incluso de las percepciones extracorpóreas.  Es posible que sea simplemente, el efecto de la plasticidad cerebral (lo han entrenado y así se manifiesta), pero el argumentos más eclesiástico es "tienen más inteligencia espiritual, saben percibir a Dios".

            No hay mucho que decir desde la neurociencia. Creo que se identifican zonas del cerebro que se relacionan con las experiencias místícas (pudiendo provocarlas), patrones de activación que se relacionan con la meditación y el alcanzar a ese supuesto "DIOS". Pero el problema, como siempre, viene desde la interpretación. ¿El cerebro creo a Dios? ¿Dios creó el cerebro para que lo pericibieramos?. Tenemos el libre albedrío para decidir con que nos quedamos, ¿no?. Un saludo.



3 comentarios:

dionisiogos dijo...

Hombre, por ponernos a pensar y a divagar....¿El cerebro creó a Dios?, ¿Dios al cerebro?...enga hombre.
Todo lo crea el cerebro. Podemos hablar de las zonas donde se dan las experiencias místicas, de acuerdo y no es por ser simple pero si Dios no existe ¿cómo va a crear algo?.

Aarón dijo...

Hola Dionisio! gracias por comentar! Lo cierto es que yo soy de una opinión como la tuya, pero hay que tener cuidado cuando se entra a hablar de estos temas, pues las sensibilidades están a flor de piel, y más en Semana Santa (no creo que tarde alguien en insultarme XD). Por eso lo de plantear datos "objetivos" y dejar la pregunta en el aire. Esos datos ya cada uno los puede interpretar como quiera, porque desde luego, interpretaciones y casi tantas como personas.

Un saludo!!

dionisiogos dijo...

El Casco de Persinger. Los aztecas ya se "jartaban" de hongos visionarios y tenían experiencias tela de místicas con sus espíritus y hay una correlación brutal entre alcanzar experiencias místicas e incremento de serotonina por intoxicación con sustancias que provocan en esas zonas temporales esas experiencias.
Saludos chaval....y que pases Buena Semana Santa. :)